martes, 30 de mayo de 2017

"El Beso", de Gustav Klimt


Gustav Klimt

Gustav Klimt es un pintor austriaco que realizó esta famosa obra, la cual es conocida mundialmente.
Esta obra es un icono del arte y contiene más de un misterio. El autor realizó esta obra con 45 años, siendo el pintor más famoso de Viena en ese momento, mientras que aún vivía con su madre y dos hermanas solteras. Esta obra fue la única de Gustav que gustó a la crítica y al público, ya que trataban temas sexuales en las mujeres que, aunque era el tema auge del momento, seguía sin gustar a muchos.
Klimt comenzó a trabajar en El beso en 1907. En esta obra se puede apreciar el predominio del color dorado, creado por finas láminas de pan de oro, influenciado esto por el viaje a Rávena donde, en la iglesia de San Vital observó los mosaicos bizantinos de Justiniano y Teodora. La técnica del pan de oro estaba reservada a obras religiosas, cosa que Klimt rompe con esta obra. Esta obra es completamente cuadrada, con unas dimensiones de 180x180 cm.
El Beso - Gustav Klimt, 1907

 A simple vista, la paleta de colores es muy reducida, pero esto no es así, debemos acercarnos para observar los distintos tonos de verde, morado y azul, aplicados en zonas estratégicas. Esta obra es un óleo sobre lienzo, sobre la que también se aplica pan de estaño.
Esta obra se expuso, inacabada, y con otro título, “Los Amantes”, pero la obra debía ser devuelta para que el autor pudiera terminarla. Gustav pintada muy despacio, por lo que muchas de sus obras no llegó a terminarlas.
La parte izquierda del suelo tiene pintada de forma muy apresurada las flores, mientras que la parte derecha tiene un gran detallismo, siendo los filamentos dorados de esta parte símbolo de la fertilidad.
La túnica del hombre está decorada con rectángulos, aludiendo esto al falo masculino, mientras que la túnica de la mujer está decorada con círculos que aluden a la feminidad. Se cree que el hombre puede ser un autorretrato del propio Gustav, mientras que no se sabe quién es ella, aunque hay varias teorías. Pero precisamente por no saber quién es ella, este beso se convierte en un beso universal, no es Klimt con una amiga o amante, son un hombre y una mujer mostrando su afecto.
Pero ¿es realmente una muestra de afecto? Si nos fijamos en el rostro de ella, parece no estar muy cómoda. Pero no solo esto, la pareja está sobre un precipicio, y ella tiene los pies al borde, casi cayendo. Además, el fondo, aunque sea dorado, es como si la nada los envolviera.
Se dice que esta obra, por muy vista que la tengamos por todas partes, en persona impresiona mucho más por su gran tamaño y el pan de oro, ¿será esto cierto?, solo podremos corroborarlo yendo a verla.

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