Imagen de Churriana sacada de un plano de AGS. Secretaría de Marina, Legajos, 00319. Año 1751. (fuente)
Para este cometido, escribieron a la Gerencia de Urbanismo para pedirle
que considerara nombrar a estos bienes inmuebles edificios protegidos. Además,
con un nivel de protección de primer grado, se conseguiría una recuperación de los edificios
para la contemplación y admiración de los habitantes de Churriana.
El caso de Churriana es un claro ejemplo sobre el gran debate que hoy día
sigue abierto, en relación con conservar o destruir los elementos
preindustriales e industriales de la historia reciente; así como también el
plantearse si a estas estructuras hay que considerarlas como patrimonio
arqueológico, etnológico, una fusión de las mismas o simplemente como edificios
fuera de uso y en ruinas.
Debido a esta reflexión que hemos planteado, la asociación que lucha por la preservación del patrimonio preindustrial de Churriana está realizando una recopilación de datos históricos para avalar a dichas estructuras. Según la primera referencia de los molinos y demás infraestructuras, datan de 1490, cuando se conquista Málaga por los Reyes Católicos, siendo repartida la tierra a Francisco Rodríguez Madrid.
Debido a esta reflexión que hemos planteado, la asociación que lucha por la preservación del patrimonio preindustrial de Churriana está realizando una recopilación de datos históricos para avalar a dichas estructuras. Según la primera referencia de los molinos y demás infraestructuras, datan de 1490, cuando se conquista Málaga por los Reyes Católicos, siendo repartida la tierra a Francisco Rodríguez Madrid.
Desde entonces, y hasta el siglo pasado, los molinos han
seguido en uso. Según Francisco Rodríguez Marín, miembro
del colectivo y experto en Patrimonio Industrial y profesor de Historia del
Arte de la UMA, estos molinos forman parte de la memoria de Málaga ya que el
pan que se repartía por toda la provincia venía principalmente de dichos
molinos, así como también, pone un ejemplo de recuperación de uno de los
molinos llamado el Molino del Inca, en Torremolinos. Dicho molino estaba
completamente en ruinas y se reconstruyó para que volviera a funcionar. Con
este ejemplo quiere hacer ver que dicha reforma se podría llevar a cabo en los
cuatro molinos de Churriana. No hay que olvidarnos de la red de acequias,
para la que la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio
Industrial está pidiendo protección.
Imagen del Batán Alto de Borrego
Otro punto de vista del mismo, que defiende Francisco Rodríguez Marín, es hacer ver a la promotora de la obra que reintegre estas ruinas en su edificación, fusionando modernidad con la historia y dándole además mayor categoría a su proyecto.
Sin embargo, pese a todas estas
buenas intenciones, estudios, reclamaciones, etc. no se ha llegado a solucionar
aún. Esperemos que a lo largo de 2018 se tomen las medidas adecuadas para no
perder este rico patrimonio preindustrial.
A continuación, nombraremos los
cuatro molinos supervivientes y explicaremos un poco el proceso constructivo.
1) Batán Alto de Borrego: Utilizado en la molienda y fabricado con mampostería y sillarejos trabados con hileras de ladrillos.
2) Batán Bajo de Borrego: Estado ruinoso, construido con mampostería y sillarejos trabajados con hileras de ladrillos.
3) Molino de Borrego o de Veleta: Es el mejor conservado de los cuatro, presenta una estructura hidráulica de fábrica de mampostería y ladrillo. Afortunadamente conserva dos cubos hidráulicos de diferente época.
4) Molino de Gazpacho: Conserva una estructura de hormigón de cal para albergar el cubo hidráulico del molino. Sin embargo, su estado de conservación está afectado por la demolición del espacio de la molienda.
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