jueves, 22 de febrero de 2018

Los bienes ocultos del Patrimonio

La catalogación de un bien como Bien de Interés Cultural significaría que dicho elemento quedaría recogido bajo el mayor grado de protección del Patrimonio que existe en el país, por lo que teóricamente en cualquier caso deberían encontrarse en las mejores condiciones que su circunstancia en el momento de ser declarado BIC permitiese. Sin embargo, como veremos a continuación, la misma conciencia de la existencia del valor cultural de estos bienes por parte de los habitantes de la zona es crucial para la conservación y protección.

Sevilla es una ciudad que cuenta con cientos de BIC, que aunque de los cuales se conocen todos los más importantes, que sin duda son maravillosos, desafortunadamente la gran mayoría de ellos pasan desapercibidos tanto por los turistas como por los habitantes de la ciudad.

En todos los barrios de Sevilla podemos encontrar elementos cargados de un enorme valor cultural debido a toda la historia y variedad artística, arquitectónica y cultural que se encuentra en esta urbe, y ello implica que muchos de ellos no solo no se conozcan bien, sino que además, y de manera intrínseca al desconocimiento, no quedan protegidos de una manera adecuada.

En consecuencia, la memoria de la ciudad queda gravemente afectada, en algunos casos de manera insalvable, ya que no estamos hablando únicamente de una protección deficiente del BIC en sí, sino también de todo su contexto, especialmente a través de la intervención urbanística.

En este respecto, haría falta concienciar a la población sobre estos BIC más desconocidos precisamente para desarrollar una preocupación por su protección y conservación, y así reforzar las medidas impuestas por su categoría, las cuales, en teoría, deberían ser ya extremas debido a que es el nivel mayor de protección, pero, en muchos casos tal y como estamos viendo, no ha surtido efecto.




Camino Aneira Baines García

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