domingo, 10 de julio de 2016

Cazadores de tiburones de hace 3.500 años

      Los tiburones son una especie que a mí personalmente me han fascinado desde que era niño. A raíz de esas películas donde ponen a los tiburones como fieros asesinos de hombres desarrollé un especial interés por estas criaturas. Son uno de los animales más ancianos que pueblan nuestro mundo, y más allá de ese tiburón blanco mutante que aparece en las películas que bien podríamos catalogar como ciencia ficción, hay un sinfín de especies de tiburones que son realmente extraordinarias. 

      Yo no soy ni de lejos la primera persona que ha desarrollado interés por estas criaturas tan elegantes. Hay en la actualidad miles de expertos en escualos por todo el mundo, pero cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que ya en el pasado estas especies resultaban ser claves para algunas poblaciones humanas. Nos trasladamos a la costa del Mar de Huanchako en Perú, donde hace un par de años los arqueólogos encontraron un templo dedicads a cazadores de tiburones en la aldea de Gramalote de hace unos 3.500 años. Tras los numerosos estudios llevados a cabo en el complejo arqueológico de Chan Chan, los expertos llegaron a hallazgos muy interesantes acerca de estos pobladores.

Cuadro explicativo del templo de cazadores de tiburones
       Uno de ellos fue la utilización de diversas partes del tiburón como ajuar funerario en las tumbas junto a los restos del difunto y piezas de cerámica, lo que los arqueólogos han interpretado como una fuerte presencia del tiburón en los ritos funerarios de esta sociedad y su importancia dentro de la misma. También otro hallazgo muy interesante es que a los hombres adultos desenterrados en la aldea de Gramalote les creció un callo en el oído para proteger el tímpano. Esto ocurre cuando los hombres se sumergen con mucha frecuencia en aguas frías. No encontramos estos callos en las mujeres desenterradas en Gramalote, además de que el ajuar funerario encontrado en tumbas femeninas era distinto al encontrado en tumbas masculinas. Esto ha llevado a los arqueólogos a pensar que había una estricta división de género en esta sociedad y que el templo de estos cazadores de tiburones era una manera de separar cuales eran las tareas que debía realizar cada género en esta sociedad. Mientras que en las tumbas masculinas se encontraron utensilios de pesca, en las tumbas femeninas se encontraron herramientas para hilar, lo que acentúa aún más esta teoría. 

     La conclusión última de los arqueólogos fue que este templo fue usado como un lugar ritual donde llevaban a los adolescentes de ambos géneros. Una vez allí estos participaban en banquetes y en rituales de inciación a las tareas que correspondían a cada género.

  Quien quiera indagar mas sobre este apasionante tema tiene aquí un enlace a la noticia de este descubrimiento: http://elcomercio.pe/peru/la-libertad/arqueologos-hallan-templo-cazadores-tiburones-noticia-1744225?ref=flujo_tags_304190&ft=nota_2&e=imagen