jueves, 8 de febrero de 2018

Los límites difusos de la explotación.

En el pasado mes de octubre, en la sierra de Utrera, se ha producido un suceso bastante chocante originado a partir de una incongruencia dentro de la misma Junta de Andalucía, que a través de la Consejería de Cultura ha comenzado el proceso para proteger la Sierra como BIC debido al gran valor histórico, geológico y natural que puede encontrarse en este paraje, pero sin embargo al mismo tiempo la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo ha dado luz verde a la explotación minera de la sierra.

Esta situación ha levantado un gran revuelo y mucha polémica, debido a que la zona en sí ya estaba siendo explotada desde hace varias décadas, pero siempre en una cantera limitada que no podía expandirse, únicamente profundizarse precisamente para evitar daños al valor inherente de la zona en cuestión. Es por este motivo que el hecho de que se haya permitido ampliar la explotación de una manera más intensiva ha promovido que una gran parte de los afectados se mantengan contrarios a la decisión de la Consejería de Economía.

 (Fuente)

Se ha lamentado esta contradicción, y se espera que debido a la gran cantidad de elementos del Patrimonio Cultural que se encuentra en esta sierra, junto al hecho de haber iniciado ya su catalogación como BIC se evite la pérdida ni deterioro de ninguno de éstos.

La catalogación de un bien como BIC no tiene que significar necesariamente que sea protegido a máximo nivel (aunque legalmente deba ser así), ya que la percepción en identificación que siente la población con respecto a dichos bienes es esencial. Sin embargo, en este caso podemos decir que hay mucha conciencia patrimonial con respecto a la Sierra de Utrera, y en consecuencia podríamos pensar que el futuro de este sitio no está perdido.


(Camino Aneira Baines García)

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