martes, 13 de junio de 2017

El misterio del edificio de la Exedra

La arqueología no siempre puede llegar a saberlo todo. A esas incógnitas mucha gente las llama "Misterios de la Arqueología". Entre ellos están el Mecanismo de Anticitera, el artefacto de Kingoodie o la Pila de Bagdad. Pero estos misterios nunca suelen aparecer en terreno español y siempre suenan a mentira.

Pero, si vais a Itálica, justo a la entrada de lo que se conoce como "Nova Urbs" (la parte que se construyó durante el mandato de Adriano) tenemos la Casa de la Exedra, que es uno de esos misterios.

A primera vista no es un edificio extraño, es una casa de 4.000 metros cuadrados, con tabernae en la parte delantera y muy bien ubicada. Pero cuando se mira un poco más detenidamente se ven cosas que para muchos arqueólogos no encajan. 

La primera es el tamaño: es un edificio de grandes proporciones que podría haber contado con  más de una planta. Se considera que un edificio de esas dimensiones no podía tener un uso privado, es decir, que a primeras no podría ser una casa. Sin embargo, no es lo suficientemente grande para poder pensar que fuera alguna especie de hotel o algo parecido. 

Una de las razones por las que se cree que podría ser un edificio de carácter público es porque hay mosaicos en los baños, donde normalmente no se gastaba demasiado dinero en decoración  porque, en principio, las visitas no los veían. Si bien es cierto que en reformas posteriores se añade un conjunto termal, este no tiene espacio suficiente para acoger a más de dos o tres bañistas. Es decir, que volvemos a las mismas: tenemos características de una edificación pública (los mosaicos en el baño y las termas) mezcladas con las de una privada (el tamaño de las instalaciones). 
Pero el misterio principal es lo que en la imagen llaman "Palestra". Nos encontramos un gran patio que acaba en una exedra que fue construido al mismo tiempo que el resto de la casa, por lo que se descarta un cambio de dueño y de funcionalidad. Cabe destacar que a esta exedra llegaban canalizaciones de agua, con lo que podría ser algún tipo de fuente. Al lado del patio aparece un criptopórtico del que tampoco se sabe demasiado. La explicación tradicional, que no deja de ser controvertida, es que era un edificio semipúblico que, aparte de unas termas y varias piscinas, contaba con un gimnasio. El gran patio vendía a ser la palestra en la que los gimnastas practicaban ejercicio y el criptopórtico sería la manera de llegar a la exedra, una zona de descanso, sin molestar ni interrumpir a los que estaban en la palestra. 

Sin embargo, para los que hemos estado en Villa Adriana es otra cosa. En la Villa del emperador Adriano tenemos los stibadium o comedores de verano, que tenían forma semicircular.  Delante del stibadium de la Villa hay un estanque (el Canopo-Serapeo) aunque en otras construcciones se sustituye por un jardín. Tiene sentido que siendo parte de la ampliación Adrianea de Villa tengamos una casa con un stibadium ante el que se extiende un jardín interno, puesto que las clases pudientes de Itálica querrían imitar los gustos del emperador en la medida de lo posible. 

En cualquier caso, hasta que los arqueólogos no se pongan de acuerdo, todo lo que digamos no dejarán de ser conjeturas y esta casa no dejará de ser un misterio. 

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