martes, 28 de marzo de 2017

El Matrimonio Arnolfini (1434) -Jan Van Eyck



Este cuadro ha originado una gran controversia entre los historiadores del arte, por la gran cantidad de elementos simbólicos que incluye y la dificultad de interpretación de algunos de ellos, hasta el punto de que los especialistas debaten si la obra contiene realmente la escena de la celebración de un matrimonio, siendo como una especie de acta del mismo, o una ceremonia de exorcismo de una pareja que trata de alejar de sí el mal de no haber tenido descendencia.

Algunos de los objetos que figuran en el cuadro, así como la propia ambientación de la escena, aluden a la riqueza del mercader Arnolfini, como pueden ser los ropajes, el mobiliario, la decoración del lugar donde se encuentran, etc,

Ventanas altas para aprovechar al máximo los pocos rayos de sol que entraban. Los culos de botella son típicos en las ventanas del norte de Europa porque aumentaban la intensidad de la luz y producía más calor.

Naranjas junto a la ventana, lo que, dada su procedencia del sur de Europa, puede considerarse un verdadero lujo en la Flandes del siglo XV. Entonces tiene que ser una ciudad comercial, que en este caso se trata de la ciudad de Brujas. Trabajo de herrería de la lámpara.

Las alfombras persas tienen muchas trocitos de colores. Ella lleva el manto forrado de piel de armiño. Se sabe que tienen dinero pero que no son nobles por los zancos, además de que, si no, tendrían una habitación más grande. Si fuera noble, no haría falta que estuvieran los zancos, ya que iría o en caballo, o en silla de manos. El espejo también nos indica que es rico, ya que es un espejo convexo. Éstos espejos se llaman ojos de brujas, y lo inventaron los franceses. Normalmente los espejos son planos, y cuando a la lámina de vidrio se le ponía el azogue, como se le ponía en caliente, la lámina de vidrio se partía, por lo que para sacar un espejo plano se tenía que partir muchos antes, por lo que eran muy caros. Los franceses hicieron que antes que se calentase se echara el azogue y quedaba de esa forma y eran más baratos. Igualmente es un elemento caro porque viene de Francia, pero no llega al nivel de un noble.

Al ser anterior al auge de las reformas protestantes, por eso encontramos escenas católicas en los salientes de los espejos, y por eso vemos dos rosarios al lado de éste, uno para él y otro para ella.

Ella no está embarazada, sino que viste un vestido con relleno para marcar la fertilidad que tiene. En el hombre, la fertilidad se señala con un recubrimiento de cuero que se dejaba al aire, cuanto más abultada, más fertilidad. En la lámpara hay una vela encendida, que simboliza la presencia de Dios. Por lo tanto, vemos que no es una petición de mano, sino que se trata de una boda y Van Eyck, con su firma, es el testigo de ésta. Él le hace jurar fidelidad, por eso el perro está más cercano a ella. Como ella tiene los hijos, es la que tiene que guardarla, y si le conociera aunque sea algún despiste con otro hombre, se le podía repudiar, ya que los hijos tenían que ser de él y al hijo es al que se le lega su herencia. 

Ella está descalza, por eso están sus zapatos al fondo. Está descalza porque en espacios sagrados hay que descalzarse. No existía tanta diferencia entre las tres grandes religiones monoteístas. De hecho vemos cómo el rosario es el mismo que utilizan los musulmanes actualmente.

Es la costumbre de la época. Aquí se muestra una boda, pero no se necesita ningún cura para casarse. Es simplemente un juramento privado que se hacían los esposos, o también público,  para lo cual necesitaban un testigo. Todo dependía de la riqueza que tuviera el hombre: si era pobre, se hacía un juramento privado, y si era un hombre rico se irían a un sitio público para anunciarlo para que todo el mundo viera que eran marido y mujer. Cuando se era rico, se necesitaban testigos, que están representados en el espejo. La norma era casarse en el salón, pero la cama estaba en el salón que se utilizaba como sofá. Esto era para calentar una sala y así no tener muchas para conservar más el calor. El dormitorio era simplemente la cama, cerraban las cortinas y se bajan. Cuando se despertaban y descorrían las cortinas, ésta pasaba a ser el salón.

Él da la mano izquierda porque ella es de una condición social distinta. A partir del casamiento serán iguales, pero como ella tiene menos dinero en ese momento, ella da la mano derecha pero él la recibe con la mano izquierda. El vestido de ella pesa entre 60kg y 70kg. A ella se le ha enseñado de siempre a andar con este tipo de trajes, y ella tiene que pertenecer a una familia donde se han podido permitir tener enseñantes para ellas. Además, los pliegues perfectos de ella simbolizan que tiene sirvientas para que se lo coloquen, por lo que tiene que ser rica. La firma del pintor, con todo el prestigio que tiene, equivaldría a un acta matrimonial, ya que se pone como testigo y le da una fehaciencia como si de un documento oficial se tratara.

Los hermanos Arnolfini son dos. El mayor se casa con una señora que tiene el mismo rango social. El nombre de esta va unida y ha pasado a lo largo de la historia. Sin embargo, este se casa con una inferior, y el nombre de esta señora no se conoce. La sociedad, a pesar de que él la eleva de posición económica y social, la sigue considerando inferior.

Al lado de la lámpara, en la terminación de la silla, vemos una representación de una mujer orando encima de un dragón, que se trata de Santa Margarita, patrona de los buenos partos. Por eso se pone, para que su protección recaiga sobre ella. Esto denota que el único interés del matrimonio era tener hijos.

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