Entre el 30.000-10.000, se documentan 5 grupos bien
definidos de venus, a saber: Pirenaico/Aquitano, Italiano, Renano/Danubio, Ruso
y Siberiano (DELPORTE, 1976). Estas figurillas pueden aparecer tanto en relieve
como en bulto redondo, representando a unas mujeres en diferentes formas.
En cuanto al significado de estas venus, según la arqueología
tradicional, se tratan principalmente de mujeres corpulentas, cuyos atributos
sexuales se representarían muy resaltados, en contraposición de los brazos, la
cabeza y las piernas apenas indicados en la representación. Estas ideas son muy
genéricas, sin llegar a hacernos pensar sobre las demás representaciones que no
concuerdan con las explicaciones tradicionales, como es el caso de la venus de
Lespugne.
Venus de Lespugne |
Venus de Laussel |
Otras de las teorías contradice a la expuesta anteriormente,
la cual cita que no necesariamente una mujer robusta puede simbolizar la
fertilidad, ya que las mujeres obesas no son más fértiles que las delgadas. Se
aborda también la idea de la necesidad de reproducción de los pueblos
recolectores-cazadores, ya que la abundancia está más controlada por los
agentes exógenos (CHARD, 1976). Otra de las ideas en contra a la idea del culto
a la fertilidad, y por ende al aumento demográfico, se trataría de la cantidad de
recursos disponibles antes de realizarse una sociedad neolítica, es decir, un
control de los recursos que brindarían la naturaleza (UCKO, 1968).
La idea de Gimbutas que defendía la idea de la representación
de los glúteos desproporcionados, no sería más que una metáfora del vientre
grávido; estaría en contraposición las ideas de una identidad de diferentes
etnias que se encontraría en el paleolítico. Algunos grupos se caracterizarían
por la esteatopigia, y que responderían a un carácter adaptativo sobre la
alternancia en periodos de relativa abundancia y escasez alimentaria. También
se ha querido ver las incisiones como presuntos tatuajes entre los pechos y
sobre el abdomen, como marca de familia o etnicidad (SANAHUJA YLL, 2002).
Las venus como canon femenino a los ojos del hombre, simbolizarían
el deleite de los instintos eróticos y constituirían la mujer ideal. En el
mismo abrigo de la Venus de Laussel, se encontró fragmentos que representarían a
otra mujer y un tercero que para muchos investigadores simbolizarían un parto o
una escena coital, cuya función seria con fines eróticos.
Bajorrelieve de los Personajes opuestos de Laussel, representando una escena coital o paritorio. |
Otras ideas relacionadas con estas venus sería con las
denominadas figuras de iniciación (UCKO, 1968), amuletos, muñecas o trofeos
relacionados con actos de rapto, violación o asesinato de la mujer que
proporcionaba un status social a los hombres (EATON, 1978).
Ya en el ámbito de la Arqueología del Género, se ha ofrecido
la hipótesis sobre la institucionalización del género en las sociedades
Paleolíticas, infiriéndose que aquel no estaría basado en una dicotomía anatómica
entre hombres y mujeres; es decir, no se aprecia una oposición social entre
hombres y mujeres basadas en una dualidad anatómica culturalmente definida
(CONROY, 1993). Las figurillas femeninas y las del sexo neutro parece indicar
la presencia de categorías basadas en la diferenciación organizada en un
sentido distinto al nuestro.
El Hermafrodita de Grimaldi |
Se estima que las características comunes de las venus son
exclusivamente el sexo y la durabilidad. A partir de las superficies pulidas de
algunas, se plantea que estas últimas ofrecerían el aspecto del desgaste o
pulido producido por el roce de las manos, conllevando a la idea de la circulación
de estas estatuas por toda Europa como objeto de intercambio ligados al matrimonio,
el cual la identidad de la mujer no importaría (NELSON, 1990).
Para finalizar, se aprecian las denominadas venus ataviadas como
es el caso de las venus de Willendorft, Brassempouy y Kolstienki, consideradas
como mujer ritual por las diferentes formas de representar la capucha, velos, o
tatuajes, que antiguamente se denominaba al cabello de estas venus. Todo este
conjunto sirve para diferenciar las categorías sociales y cuyo diseño sería
diferente según el lugar (SOFFER, ADOVASIO, HYLAND, 2000).
Por desgracia, la mayoría de estas venus se han encontrado
descontextualizadas; a diferencia de las que sí se sabe de su contexto son las
figuras que se ubican en cuevas no habitadas, destinadas exclusivamente a su exhibición,
donde se gestionaba la vida. En estas áreas se expresaban las prácticas de gestión
de vida y económicas.
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